PERÚ CUMPLE 197 AÑOS DE INDEPENDENCIA:
Trujillo  y su contribución a la Independencia del Perú.
Víctor Hugo Chanduví C.
I.              Antecedentes
Con ocasión de celebrar el 197 aniversario de la independencia del Perú, el presente artículo  pretende dar un panorama histórico de los acontecimientos que ayudaron a la independencia de Hispanoamérica y del Perú, producto de los cambios geopolíticos que alteraron las fuerzas entre las potencias europeas, que al decir del historiador español Ricardo de la Cueva,” con la Pérdida de la Batalla de Trafalgar España sin darse cuenta había perdido los dominios en américa “
Para la mayoría de los historiadores peruanos,  la primera etapa de la historia republicana del Perú,  se inicia oficialmente el 28 de julio de 1821, día en el que el general  José de San Martín,  proclamó la Independencia del Perú en Lima, la capital del hasta entonces Virreinato del Perú. Sin embargo, considero  que  el punto de partida del nacimiento de la República del Perú, sería, el 29 de diciembre de 1821 día de la proclama de la Independencia de Trujillo del Perú
Al comenzar la guerra de emancipación, Hispanoamérica estaba dividida administrativamente en cuatro virreinatos (México, Perú, Nueva Granada y Río de la Plata) y cuatro capitanías generales (Venezuela, Chile, Guatemala y Cuba). Sobre esta base comenzará la organización de los nuevos estados, atravesando un proceso sucesivo de concentración y secesión.
Los gobiernos revolucionarios que sustituyeron a virreyes y capitanes generales, asumieron el control de la circunscripción territorial que correspondiera durante la administración española a los gobernantes depuestos. Si los movimientos hubieran seguido toda una línea uniforme, sin contratiempos en lo interno y en lo externo, es probable que de ello hubiera resultado la formación de ocho estados. Sin embargo, el desarrollo de la revolución fue mucho más complejo y desigual en sus manifestaciones y los resultados tradujeron tal complejidad.
Las capitanías de Guatemala (América Central) y Cuba (Cuba, Puerto Rico, Florida) permanecieron al margen. El Virreinato del Perú se convirtió en centro de la contrarrevolución. El Virreinato de Nueva Granada permaneció en su casi totalidad bajo control español. El movimiento revolucionario de la Capitanía de Chile fue sofocado, menciona el maestro Alfredo Traversoni (Historia del Uruguay, 4ta edición, 1966. Editorial Kapelus. SA, Uruguay-Montevideo)
 El Perú antes de su independencia, era uno de los más importantes virreinatos, se rigió por el Derecho Indiano y el Derecho Castellano. Más tarde en las etapas finales de la colonia, la Constitución liberal de las Cortes de Cádiz del 19 de marzo de 1812, rigió en el Perú hasta abril de 1814 con el retorno de Fernando VII a España, tras la derrota de Napoleón por el pueblo español.  El pleito dinástico suscitado por  la muerte de Fernando VII (1833) entre su hija Isabel y su hermano Don Carlos María Isidro de Borbón, ya no interesaba al Perú que había logrado ser un estado nacional.

2. Trujillo, pieza clave para la Independencia del Perú
El 8 de setiembre de 1820   San Martín desembarcó en Paracas, pasando a Ancón y luego a Huaura con el objeto de ganar a Trujillo a la causa patriota. Tomó contacto secreto con el Alcalde Marqués de Bellavista: con Don Clemente Merino de Arrieta, esposo de la dama que bordaría el primer pabellón patrio, con D. Luis José de Orbegoso y Moncada que era  Síndico Procurador General del Ayuntamiento de Trujillo, entonces Conde de Olmos, casado con la dama Trujillana  Doña María Josefa Martínez de Pinillos (1816) y con el Intendente José Bernardo de Tagle y Portocarrero, Marqués de Torre Tagle
 “ Mandaba entonces en Trujillo como Intendente y Comandante General de Armas, el Brigadier Marqués de Torre-Tagle, quien no tardó en entenderse con el General San Martín, y sin muchas dificultades que vencer, se juró la independencia en mi país el 29 de diciembre de 1820” ( De Orbegoso; 1939, 17)
Para comprender la Importancia territorial, administrativa y política de Trujillo, hay que tener en cuenta que estuvo básicamente conformado por el obispado de Trujillo, ubicado entre el de Lima y el de Quito, que contuvo varias provincias o jurisdicciones gubernativas conocidas como corregimientos. A la extinción de éstos últimos en las postrimerías del siglo XVIII , se creó la intendencia de Trujillo, que abarcó el área de su obispado y que siendo una de las nuevas regiones administrativas más extensas y pobladas, fue sin duda una de las más importantes del nuevo sistema de gobierno implantado por los Borbones. La sede de las principales autoridades políticas, administrativas y eclesiásticas de la región fue la ciudad capital de Trujillo, en la provincia de igual nombre, desde donde se irradiaba su influencia hasta Guayaquil por el norte, y la provincia del Santa por el sur, así como Cajamarca y Chachapoyas por el este. (Paul Aljovín de Losada)
San Martín, comprendió que era importante contar con el apoyo de Trujillo y no tardo en convocar una junta de las autoridades y vecinos notables, en casa del General La Fuente, que aún servía la Prefectura (de la que se había encargado por sí y ante sí desde la prisión de Riva Agüero) y en dicha junta manifestó la gran escases de dinero para atender a los más precisos y urgentes gastos de la guerra y a la subsistencia del ejército. En esta junta cabe destacar la presencia de Don Luis José de Orbegoso y Moncada, quien  manifestó que todos tenían que  sacrificar la parte de sus  fortunas que fuere necesaria y en un acto de desprendimiento y de patriotismo puso a disposición del General San Martín “ todos los capitales de mis haciendas, que consistían principalmente en ganados, para que se empleasen en el servicio y sostenimiento del ejército, exigiendo únicamente se me devolviesen los cascos de mis fundos, una vez terminada la guerra, para labrarlos y fomentarlos si me fuera posible “( De Orbegoso; 1939, 28)
Este gesto es muy poco conocido por los trujillanos, por tal motivo nuestro propósito de difundirlo, como  reconocimiento  histórico a su nombre.
 El 29 de diciembre de 1820, en la sede del cabildo, el movimiento patriota proclamaba solemnemente, antes que otros pueblos del Virreinato, la Independencia nacional, aquí aparece nuestro personaje trujillano D. Luis José de Orbegoso y Moncada quien cede a la causa libertadora la mayor parte de su mayorazgo; esclavos, caballos, graneros y víveres, para la causa libertadora inspirado en esos nobilísimos sentimientos que lo hicieron renunciar a su alta posición y desprenderse de sus cuantiosos bienes de fortuna para abrazar con fervor la causa de la libertad.
Es bueno recordar que el  mayorazgo fue regulado mediante las Leyes de Toro en 1505, bajo el reinado de los Reyes Católicos. Su función era controlar el fraccionamiento de los bienes de un noble que producían las herencias y las ventas, como un medio de mantener su poder económico.)
El Gral. José de San Martín proclamó la Independencia del Perú y  asume el mando supremo, político y militar del Perú con el título de Protector. Acto seguido por Decreto del 22 de diciembre de 1821, convocó por primera vez, a la ciudadanía. Lo hizo, dice Jorge Basadre, con el fin de que eligiera libremente un Congreso Constituyente para el exclusivo objeto de establecer la forma de gobierno que regiría en el Perú.
El Congreso se instaló el 20 de setiembre de 1822 y se forma la Junta de Gobierno integrada por don José de la Mar, Don Manuel Salazar y Baquijano y Don Felipe Antonio de Alvarado (Triunvirato). Más tarde se produjo la petición de los Jefes del ejército al Congreso, para que nombraran a Don José de la Riva Agüero Sánchez Boquete, simple coronel de milicias, pero aristócrata, como Presidente del Estado y el día 28 de febrero de 1823, bajo la presión del motín, el Congreso se vio obligado a declarar el cese de la Junta de gobierno (Triunvirato) y en su lugar  nombrar a Riva Agüero como Primer Presidente del Estado Peruano, ascendiendo en seguida a Gran Mariscal.
El primer Presidente del Perú  comienza a formar un regimiento de caballería y “ el 24 de febrero de 1823, destina a don Luis José de Orbegoso a formar desde sus bases, un escuadrón de línea con el nombre de “Invencibles de Trujillo”, que después dio su primera base al glorioso Regimiento “Húsares de Junín y Ayacucho” (De Orbegoso; 1939, 19)
Después del desprestigio del gobierno de Riva Agüero, Orbegoso juzga, ante los hechos consumados que sus compromisos con Riva Agüero han concluido y debe consagrar sus servicios al Perú.
El Congreso, en agosto de 1823, designó a don José Bernardo de Tagle y Portocarrero, Marqués de Torre Tagle, como Segundo Presidente del Gobierno, acordando a la vez el cese de la gestión de Riva Agüero. Durante su período  se promulgó el 12 de noviembre de 1823  la primera Constitución del Perú, que era  de marcada tolerancia liberal y entre los aportes básicos figuraban el reconocimiento del sistema republicano (unitario y representativo), la designación de la religión católica como religión del Estado y el sistema tripartito de poderes (poder ejecutivo, legislativo y judicial). La debilidad de la constitución de 1823, (de corta vigencia) fue el papel secundario asignado al poder ejecutivo, en un momento de creciente monarquía política.
Este acontecimiento precipitó las luchas internas y los enfrentamientos entre el legislativo y el Ejecutivo, que se agudizó por el pánico de la gente de Lima, cuando reingresaron las tropas de Canterac a la ciudad, lo que hizo que el Congreso y el Gobierno en general se trasladaran a los Castillos del Callao, desde donde acordaron:  Desarrollar las funciones del Gobierno en pleno en la ciudad de Trujillo;   La creación de un poder militar supremo que recayó en el general Antonio José de Sucre, con el objeto de defender a la Nación en peligro y   Pedir al Libertador Simón Bolívar su venida al Perú para hacer frente al peligro realista.
El 10 de febrero de 1824 el Congreso del Perú nombra a Bolívar dictador, liderando la Batalla de Junín (6-8-1824)  y de Ayacucho contra el ejército realista español para asegurar la independencia del Perú y también la de toda la América española recién libertada.
Bolívar convoca a  Luis José de Orbegoso quien  fiel a sus convicciones patrióticas, acepta el llamado  y se reincorpora al Gran Ejército Unido Perú Colombiano que se organiza en Huaraz, Trujillo y Cajamarca y se le da el cargo de Prefecto y Comandante General del Departamento de la Libertad, desde allí se está preparando el ejército para el golpe final y decisivo en Ayacucho.
La Batalla de Ayacucho ocurrió el 9 de diciembre de 1824 en la Pampa de Quinua, departamento de Ayacucho. En esa batalla el ejército libertador estuvo al mando del lugarteniente de Simón Bolívar, José Antonio de Sucre, y las fuerzas realistas por el Virrey del Perú, José de la Serna. Termino con la victoria patriota y la firma de la capitulación de Ayacucho en la cual se reconocía la independencia del Perú
Después de la victoria de  Ayacucho Bolívar hace que el Congreso Constituyente, el 29 de abril de 1826, le extienda a don Luis José de Orbegoso, despacho de General de Brigada y en una carta  vincula   el nombre de Orbegoso a la independencia del Perú.
El 26 de mayo de 1826, el gobierno retira a los municipios el derecho de elegir a sus autoridades  y poco después decreta que los prefectos convoquen a los colegios electorales de las provincias para que, cada una, apruebe directamente la Constitución Vitalicia elaborada por Simón Bolívar que lo nombraba como Presidente Vitalicio.
La Constitución de 1826 fue, pues, la segunda constitución peruana, y se la identificó como constitución boliviana o simplemente vitalicia. Esta Constitución le entregaba la presidencia vitalicia a Bolívar, y la facultad de elegir sucesor;  esta constitución fue promulgada por Santa Cruz el 9 de diciembre.  Pero duró muy poco: en la práctica no más de siete semanas, y formalmente, seis meses.
El 4 de septiembre de 1826, Bolívar se embarca  con dirección a Colombia, para no regresar más al Perú, terminando la influencia bolivariana en el país.
El general Andrés de Santa Cruz se hizo cargo del gobierno convocando a elecciones para un segundo Congreso Constituyente y para el nombramiento de un Presidente y Vicepresidente del Perú.  El Presidente del Congreso, Luna Pizarro, en una sesión permanente, logró la elección del Mariscal D. José de La Mar como Presidente del Perú, el 10 de julio de 1827. D. Luis José de Orbegoso se coloca en primera línea; es el líder de los liberales y es elegido para ir a Guayaquil en busca de la Mar y comunicarle su elección.
La Constitución de 1828 fue promulgada por el Congreso General Constituyente el 18 de mayo, durante el gobierno del General José de La Mar. El historiador Villarán califica a esta Carta Magna como "La Madre de Todas Nuestras Constituciones", pues estableció sustancialmente la estructura orgánica del Estado Peruano y Acordaron  que luego de cinco años debía reunirse una Convención Nacional con la misión de hacer una reforma constitucional de manera total o parcial, quedando  consignada tal disposición en el Art. 177º.- “ En julio del 1833 se reunirá una Convención Nacional, autorizada para examinar y reformar en todo o en parte esta Constitución “
El año de 1829 es  la guerra con la gran Colombia provocada por Bolívar. El comportamiento de Orbegoso, segundo comandante general de las tropas montadas es notable, al igual que el general  Necochea y el comandante Nieto. Sucre que preside el gobierno de Bolivia, se presenta como mediador entre la Mar y Bolívar y el 28 de febrero de 1829 se puso término a la guerra entre el Perú y la Gran Colombia.  Orbegoso diría: “Yo conseguí para el Perú condiciones menos humillantes que las que nos propusieron nuestros contendores…” (César García Rosell) Más tarde la Mar sería apresado por unos desleales y desterrado para centro América.
1830 a 1834. Los cuatro años de dictadura del Presidente Gamarra, El hombre apresador y victimario del General la Mar, fue trágica, ningún gobierno fue jamás tan combatido en el Perú, por su población y  la opinión ilustrada.
Convención Nacional (1833-34) La Convención Nacional se instaló en Lima el 12 de septiembre de 1833 siendo elegido como su primer presidente el ciudadano Francisco de Paula González Vigil. Procediendo después  a la elección de un Presidente Provisorio, siendo  elegido el general Luis José de Orbegoso, Por fin el país queda libre de la camarilla gamarrista que en cuatro años derramo más sangre que las últimas campañas de la independencia. Con Orbegoso, se cierra pues, un período sangriento de la historia del Perú
A poco de la elección de Orbegoso estalló la guerra civil de 1834. En esa ocasión, los partidarios del general Gamarra, dirigidos por el general Pedro Pablo Bermúdez y por La Mariscala (esposa de Gamarra), se alzaron contra el gobierno. Finalizó la guerra cerca de Jauja con el abrazo de Maquinhuayo, en que ambos bandos se reconciliaron, quedando reconocida la autoridad de Orbegoso
Eliminado Salaverry, insurge en el Perú un nuevo caudillo Santa Cruz, el vencedor de Gamarra, el victimario de Salaverry y el coadjutor de Orbegoso en la pacificación de la República.
 La Constitución de 1834  fue la cuarta carta magna del Perú, que fue discutida y aprobada por la Convención Nacional, nombre que adoptó un Congreso Constituyente que se reunió en Lima entre 1833 y 1834. Fue promulgada el 10 de junio de 1834 por el presidente provisorio de la República, general Luis José de Orbegoso. De carácter liberal, fue solo en realidad una enmienda o corrección de ciertos artículos de la Constitución de 1828, tratando de limitar los excesos del caudillismo militarista. Otro de sus propósitos fundamentales fue allanar legalmente el camino de la federación del Perú con Bolivia, tema entonces de candente actualidad. Solo estuvo en vigencia poco menos de un año, debido a las convulsiones políticas que se desataron en el Perú, previo al establecimiento de la Confederación Perú-Boliviana.
El 9 de mayo de 1837 la Confederación fue oficialmente promulgada por los representantes de las tres regiones en el Congreso de Tacna, antecedida por las pertinentes decisiones de dividir el Perú en dos estados y aunársele la República de Bolivia. Ese mismo día, Santa Cruz tomó el poder como Supremo Protector de la Confederación Perú-Boliviana, quedando Orbegoso como presidente del Estado Nor-Peruano. Santa Cruz estableció como sede de gobierno el Palacio de descanso del Virrey Pezuela, en el pueblo de Magdalena.
Al igual que Orbegoso, Santa Cruz también tenía bastantes opositores y enemigos nacidos en los frecuentes enfrentamientos caudillescos de los primeros años de la historia del Perú. Entre esos enemigos se encontraban poderosos personajes como Agustín Gamarra y Ramón Castilla, quienes a la sazón fueron desterrados y coincidieron en Chile.
Los peruanos contrarios a Santa Cruz, con la intervención del ministro Portales de Chile, arrastraron a esa nación a una guerra contra la confederación por defender sus intereses económicos en el puerto de Valparaíso.
Chile consideraba que la creación de la Confederación significaba una clara amenaza y una muestra de las intenciones expansionistas de Santa Cruz. Al poco tiempo, Chile declaró la guerra a la Confederación y formó, junto con tropas peruanas contrarias a Santa Cruz, un ejército restaurador cuyo objetivo era destruir la confederación. Este Ejército invadió territorio del Estado Sur Peruano y se libraron varias batallas, las que causaron la derrota de Santa Cruz, su retirada a territorio boliviano y el fin de la Confederación. Orbegoso se embarcó en una goleta mercante, rumbo a Guayaquil (4 de diciembre de 1838) permaneciendo allí hasta 1844. Luego retornó a Trujillo donde pasó sus últimos años retirado de toda actividad pública. Murió el 5 de febrero de 1847, en su solariega casa trujillana.
 El 25 de agosto de 1839, Agustín Gamarra usurpó el Gobierno del Perú, declaró el fin de la Confederación Perú-Boliviana y la extinción de los estados Nor y Sur Peruanos mediante el retorno a su unidad en el Estado Peruano.
La Constitución de 1839 fue promulgada el 10 de noviembre de 1839, durante el gobierno del Mariscal Agustín Gamarra, después de la disolución de la Confederación Peruano-Boliviana. Se le conoce también como la Constitución Política de Huancayo, pues fue en dicha ciudad en donde fue discutida, redactada y promulgada.
La Constitución de 1856, fue promulgada durante el primer gobierno del mariscal Ramón Castilla, el 19 de octubre. Fue bicameral.
La Constitución de 1860 fue promulgada el 13 de noviembre por el Congreso Ordinario, durante el segundo periodo presidencial de Ramón Castilla., fue  la de mayor vigencia en la historia republicana de nuestra patria. Fue bicameral.

La Constitución de 1867, remplazó a la constitución de 1860, luego casi no tuvo vigencia, por lo que fue restituida por la de 1860.
En total ocho constituciones en el Perú independiente del siglo XIX.
COLOFÓN
En palabras de Bonilla “La Independencia de Hispanoamérica y del Perú aparecen pues no como el resultado de una rebelión deliberada contra España, sino como un intento de reponer o reemplazar a la monarquía derrotada”
En lo que respecta a Trujillo,  es emocionante la vida del  Mariscal D. Luis José de Orbegoso y Moncada, protagonista de nuestra historia, quien fue  un hombre culto, sincero, humano y honrado a carta cabal. Su condición de  Conde  de Olmos y de sucesor de los valiosos mayorazgos de las casas Orbegoso, Galindo y Moncada, le colocaban en expectable posición social y en holgada situación económica, dentro del régimen del Virreinato y de la República.
La Historia se ha encargado de juzgarlo y hacer resaltar la importante figuración de la vida pública del Gran Mariscal y Presidente del Perú Don Luis José de Orbegoso, quien en medio del desgobierno y de las ambiciones descolló su egregia figura rodeada de esa aureola de bondad, de energía, de desinterés y de patriotismo, que fueron las características de su vida y que determinaron su acción.
 Para terminar reproduzco las palabras  del Señor Luis José de Orbegoso, nieto del prócer de su mismo nombre. “Señores, imitemos el noble ejemplo de acción constructiva y de amor al terruño que nos legaron nuestros mayores desde hace cuatrocientos años y volvamos a hacer de Trujillo lo que fue y debe serlo siempre: un sector de la nacionalidad feliz y próspero, por su magnífica situación geográfica, por la benignidad de su clima, por la fertilidad de sus valles y por las enormes y fabulosas reservas de metales preciosos que guardan las entrañas de nuestros cerros. Señores Tengamos fe en el Porvenir…”
Viva la ciudad de Trujillo, punto de partida del nacimiento de la República  el 29 de diciembre de 1821, día de la proclama de la Independencia de Trujillo del Perú.
Trujillo, 26 de julio de 2018
ejchanduvi@hotmail.com


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